Nuestra forma de vida hoy en día con demasiado estrés, estrés psicológico, falta de sueño, toxinas ambientales, contaminación eléctrica, mala alimentación y nutrición, así como la falta de nutrientes, debilita nuestro sistema inmunológico crónicamente y se caracteriza en su mayoría por enfermedades de desarrollo lento y duradero.
En última instancia, la carga de estos factores es enorme y, por lo tanto, deberíamos trabajar en todos los factores y esforzarnos por conseguir mejoras en el sentido de la profilaxis.
La influencia que tiene un cuerpo contaminado con contaminantes sobre su salud, su nivel de energía y un posible sobrepeso es aterradora.
Debido a que nuestros cuerpos absorben muchas toxinas cada día (ya sea a través del medio ambiente o los alimentos) y también nuestro hígado en particular se almacena con estas sustancias desagradables.
Estas toxinas bloquean los procesos metabólicos, causan trastornos funcionales y enfermedades hepáticas, a menudo se sienten cansados, tienen exceso de grasa de la que simplemente no pueden deshacerse, a menudo están enfermos, tienen problemas de piel así como una mala digestión y, en consecuencia, un sistema inmunológico debilitado.
Sin embargo, los efectos de las toxinas en nuestros cuerpos pueden ser aún más graves. Abarcan desde infecciones recurrentes, enfermedades intestinales y problemas de la piel hasta enfermedades crónicas que ponen en peligro la vida y problemas cardíacos agudos.
Sin embargo, dado que nuestro cuerpo y especialmente nuestro sistema inmunológico ya no están acostumbrados a defenderse sin ayuda externa, tenemos que proporcionar apoyo aquí.
Con nuestra leche materna hemos succionado esta ayuda para construir este fantástico sistema inmunológico como un bebé pequeño.
Pero esto se ha perdido en el curso de la evolución y debemos realinearnos y fortalecernos de nuevo.
Sin embargo, también es particularmente importante limpiar nuestros órganos más importantes (hígado e intestinos) en el cuerpo.
Descargo de responsabilidad:
La información en estas páginas es información general que ha sido cuidadosamente investigada y procesada con el apoyo de nutricionistas y expertos a nuestro leal saber y entender. Sin embargo, no pueden ni deben reemplazar un examen y diagnóstico médico. Póngase en contacto con un médico si es necesario. Cada persona tiene una situación individual y debe aplicar medidas y métodos de examen adaptados a su estado de salud.